martes, 16 de febrero de 2021

Pinchazo, un contratiempo nada baladí

Subido al elevador mucho antes de lo previsto

El día que recibí el coche, me hicieron un tour por su equipamiento y recuerdo que me disgustó el hecho de que la rueda de repuesto hubiera desaparecido y diese paso a un moderno kit anti pinchazos. Está claro que al Peugeot e-208 no le sobra maletero y que este kit es una buena solución para no comprometer el espacio de carga.

Estos kits contienen una botella con un líquido sellante y un compresor eléctrico. En caso de pinchazo, el compresor se conecta a la botella de liquido sellante y esta a la válvula del neumático. Después se hincha la rueda con el compresor y mientras esto ocurre va metiendo líquido sellante en la rueda y va taponando las posibles fugas por donde se escapa el aire. Tras esta operación, el recipiente de líquido sellante se desecha y hay que comprar una nueva dosis. Cuesta el mismo tiempo que si tuviéramos que poner una rueda de repuesto y no hace falta mancharse las manos. Solo habrá que llevar el coche al taller para que sea un mecánico quien saque la rueda y repare el pinchazo. Pero también tienen inconvenientes como el hecho de no poder reparar cortes profundos y pinchazos en los flancos de la cubierta.

Colocación del kit anti-pinchazos

El pasado lunes el coche me avisó de que la rueda había perdido presión. El sistema del Peugeot es efectivo porque sin añadir nuevos sensores, utiliza los del control de ABS, es capaz de detectar una presión baja en la rueda. Lo malo es que al no llevar un sensor de presión tradicional, como mi anterior Renault Scenic, no eres capaz de valorar la gravedad del pinchazo en función de lo rápido que pierde la presión.

En el Renault veías como la presión bajaba con el tiempo y te podías hacer una idea de la gravedad y de cuantos kilómetros podrías hacer sin perder la rueda. De esta forma, en el caso de una perdida de presión leve, podías programar una reparación del neumático con cierta previsión. Sin embargo, con este sistema de detección, un día te muestra el mensaje de que la presión ha disminuido y al día siguiente, como fue el caso, tienes la rueda en el suelo.

Desagradable sorpresa matinal

Da mucha rabia comenzar el día a las 5 de la mañana y encontrarte con una rueda pinchada. Lo peor es que de todas formas debía sacar el coche del garaje ya que mi mujer tiene su coche aparcado tras el mío y debe salir para el trabajo sobre las 7. A las 5 de la mañana tampoco te puedes poner a hinchar una rueda con el compresor eléctrico ya que es muy ruidoso y no quería despertar a toda la familia antes de tiempo. Así que la hinché con una bomba grande de bicicleta, de esas que sujetas con los pies, hasta que alcanzó la suficiente altura como para salir del garaje y dejar el coche aparcado en la calle.

A veces estos pinchazos no se pueden reparar

Inspeccioné por fuera la rueda y detecté un trozo de metal de unos 20 mm de largo y 3 mm de ancho incrustado en medio de la banda de rodadura. No tenía buena pinta y parecía que la perforación era seria y difícilmente reparable con la típica mecha de caucho. Pensé que si me había dado tiempo a hincharla con una bomba de bicicleta la chapa taponaba bien el agujero; entonces, si completaba la carga en una estación de servicio, me aguantaría 20 o 30 kilómetros sin perder demasiado aire. Por lo menos pude teletrabajar desde casa y sacar tiempo para llamar a La Cadena Sport que, si seguisteis mis aventuras con la Renault Scenic, sabréis que es mi proveedor habitual de ruedas.

Michelin Crossclimate 195/55 R16

Le pedí que me consiguiera dos neumáticos Michelin Crossclimate por si no era posible la reparación. No quería poner de nuevo los que venían de serie y tampoco iba a comprar uno solo pues el otro tendría cierto desgaste tras 21.000 km. Me dijo que estarían para la tarde así que cuando terminé de trabajar volví a hinchar el neumático que ya estaba de nuevo en el suelo. Esta vez utilicé un compresor eléctrico ruidoso pero muy efectivo. En 15 minutos tenía la rueda bastante hinchada y solo tuve que desplazarme a una gasolinera cercana para terminar el proceso y dejarla a su presión normal.

Detalle del trozo de metal

Ya en el taller, cuando el mecánico sacó el neumático de la llanta, vio que no podía repararse ya que el corte era largo y había seccionado demasiadas fibras del neumático. Así que, aunque pude llevarme uno de los antiguos neumáticos a casa, tuve que cambiar los dos traseros. Por lo menos, si vuelvo a pinchar uno de los delanteros con la misma mala fortuna, podré sustituirlo por este que llevo a casa.

Bajos del Peugeot e-208

Mientras realizaba el cambio, pude echar un vistazo a los bajos del vehículo y comprobar la buena aerodinámica que mantiene al estar completamente plano. Además del carenado al uso, hay toda una estructura en aluminio y acero que soporta y protege el pack de baterías. No me gustó tanto la disposición de los conectores eléctricos. Supongo que son estancos y de materiales plásticos que aguantan de todo pero los veo muy expuestos.

Detalle del conexionado eléctrico

Otra cosa que corroboré es el buen estado de los discos de freno. Se puede decir que están nuevos. Si pasas la uña por su borde, no se nota ninguna diferencia de altura por desgaste. Está claro que cambiaré las pastillas cada mucho tiempo y que los discos posiblemente no lo haga nunca. Y es que prácticamente no uso el freno, uso el freno regenerativo, ni siquiera en la bajada del puerto de montaña que cruzo cada día dos veces.

Discos como el primer día

En resumen, primer contratiempo que nada tiene que ver con el coche eléctrico pero que se sumará a los costes finales. Aun así creo que en el resumen final del año de uso, podré enseñar grandes ahorros con respecto a mi anterior vehículo de gasoil.

Y recordar que cada mes actualizo la entrada Histórico de Consumos y que cada vez que hay un nuevo gasto, como es el caso, el Histórico de Gastos.

Un saludo a todos.