domingo, 3 de septiembre de 2023

Mis otros viajes de verano 2023

Como habéis podido comprobar en este blog un vehículo eléctrico como el Peugeot e-208, que en principio tiene una autonomía bastante limitada, permite recorrer distancias largas. Evidentemente conlleva una planificación previa y un tiempo de viaje mayor que si viajaras con un eléctrico con una batería de más capacidad. Pero aparte de esos inconvenientes, es perfectamente posible hacer viajes de más de 500 km.

Y para muestra un botón. Esta vez, además de ir a Santiago de Compostela y recoger a la familia, nos hicimos un recorrido turístico de 5 días por la Costa da Morte para después regresar a casa. Fueron 557 km hasta llegar a Santiago de Compostela, 454 km para recorrer todos los rincones de la costa desde Muros hasta Malpica durante 5 días y finalmente otros 600 km para volver a casa.

Costa da Morte

El viaje de casa a Santiago de Compostela lo plantee como el anterior, tres paradas en zonas donde tengo entre dos y cinco cargadores para repostar. Sin embargo el viaje fue muy accidentado desde la carga en Tapia de Casariego. Ya me había ocurrido en Gijón en el anterior viaje de vuelta a casa, el cargador empezó bien la gestión de carga pero al cabo de un minuto falló la comunicación con el vehículo. Pensé era un error en la conexión, quizás los conectores CCS podían tener los contactos mal de tanto uso; pero era raro ya que probé en cargadores de Zunder y EDP y daban el mismo error. Luego recordé alguna queja en otras marcas en las que se observaba que cuando hacía calor y el coche llegaba al cargador con la batería caliente, no permitía la carga hasta enfriarse un poco.

La verdad es que eran ya las doce del mediodía, la temperatura externa rondaba los 32ºC y la batería estaba a 30ºC tras más de una hora rodando por la autopista a 120km/h. Esta vez no me puse nervioso. ¿Qué podía ocurrir? ¿Qué tuviera que hacer lo mismo que el año pasado y llamar a una grúa para que me llevara al siguiente punto de carga? Aunque esta vez no hubiera sido lo mismo, en aquella ocasión fue el cargador el que no funcionaba pero ahora parecía ser algo relacionado con el coche, ya que tanto el cargador de EDP como las dos mangueras de Zunder me daban el mismo error. Tras las pruebas fallidas, aparqué el coche al lado de un supermercado, en una zona de sombra donde corría cierta brisa, compré algo de comer y me dispuse a esperar media hora con el capó abierto. Tras la media hora de reposo regresé al cargador de EDP, la temperatura ambiente seguía siendo de 32ºC pero la temperatura de la batería había bajado a 28ºC, y pude cargar sin problemas.

Santiago de Compostela

Al llegar a Santiago de Compostela me pasó lo mismo y dejando el coche descansar pude cargarlo hasta que el cargador dejó de funcionar y tuvo un apagado repentino. Es lo que tienen estos sistemas tan complejos, pude desenchufar la manguera pero al ir a otro de los cargadores no podía iniciar la carga porque la aplicación me decía que seguía cargando en otro poste. Me puse en contacto con Zunder y hasta que no volvieron a resetear el cargador y establecer la comunicación con él, mi aplicación no me dejó seleccionar otro cargador. Como ya se me hizo tarde, llevaba 11 horas de viaje, preferí posponer la carga al 100% hasta el día siguiente. 

La Costa da Morte está muy descuidada en cuanto a cargadores rápidos así que, antes de dejar Santiago de Compostela, regresé a los únicos cargadores rápidos de las afueras de Santiago de Compostela y cargué al 100%. No obstante se dio una de esas casualidades que desgraciadamente tanto ocurren y de los tres cargadores, uno estaba estropeado y en los otros dos acababan de ponerse a cargar un Mustang y un MG4. El holandés del Mustang me dijo que tenía para 80 o 90 minutos y con el MG4 recé para que fuera el de menos autonomía y que no quisiera cargarlo hasta el 100%. Esperamos casi 50 minutos hasta que el MG4 decidió irse con un 80% de batería, todo un detalle.

Cargadores Zunder de Santiago de Compostela

Ya disfrutando del viaje, en Cee, encontramos uno operado por Endesa que en un primer intento de carga no pudo ser. Tras llamar al teléfono de atención al cliente e intentarlo un par de veces guiado por mi interlocutor, desistí. Al día siguiente Endesa me envió un correo electrónico avisándome de que la incidencia había sido resuelta y que ya estaba operativo. Como nos alojábamos en Fisterra, regresé al cargador por la mañana y cargue un poco. Estos cargadores desbloquean la manguera cuando vas a cargar, no están libres como en otros cargadores, pero en este caso hay que tirar de la manguera con fuerza y decisión hercúlea.

Cargador Endesa en Cee

Como ya he comentado, la zona a visitar no tiene prácticamente carga rápida en ninguna población y solo pude encontrar algún cargador lento que en viajes largos sirve de poco. La tarde que llegué a Fisterra pensé en utilizar los cargadores semi rápidos del cabo Fisterra operados por Zunder. Como nos quedaríamos a ver la puesta de sol y a revisitar la zona, podría cargar 15 kWh en un par de horas ya que mi cargador embarcado solo admite carga AC de 7.4kWh. Al llegar allí la primera sorpresa fue muy agradable ya que los vehículos de combustión tienen que aparcar en una explanada a 500 metros del faro y abarrotada de coches. Sin embargo, los coches eléctricos podemos bajar a cargar hasta los dos cargadores de 22 kW que hay a los pies del mismo faro. La sorpresa desagradable fue encontrarme con un vehículo eléctrico aparcado sin utilizar el cargador y al lado, uno de combustión ocupando la otra plaza.

Cargadores Zunder del Cabo Fisterra

Lo del vehículo de combustión lo puedo excusar por desconocimiento pero lo del ID.5 es de sinvergüenzas. Una persona que seguramente conoce y que posiblemente ha experimentado en sus carnes la problemática que existe con la carga en este país, agravada aun mas si cabe en la costa noroeste gallega, que ocupe una plaza de carga para tener una buena plaza de parking y no importarle lo más mínimo los demás. Al final vi la preciosa puesta de sol pero tuve que dejar la carga para el día siguiente. Supongo que era un cliente o el dueño del Hotel O Semáforo de Fisterra porque a la mañana siguiente seguía aparcado allí, aunque esta vez, cargando.

Faro en la Costa da Morte

A partir de este repostaje no me preocupé mas por cargar ya que en el alojamiento de Muxía dispondría de una plaza de garaje en la que poder conectar el cargador que viene con el coche que, aunque no es de gran potencia, permite recargar 15 kW cada noche; lo suficiente para las idas y venidas por la zona y para salir el último día hacia casa con el 100% de batería.

Cargador Wenea de Coirós

La vuelta la planifiqué con cuatro paradas. La primera cerca de Coirós en un cargador Wenea que a esas horas de la mañana estaba vacío. Como ocurre muchas veces, el restaurante próximo, que hace de reclamo, no estaba abierto así que aquello se convierte en una espera en ninguna parte. Las demás paradas no fueron tan tediosas ya que son las mismas que hice a la ida: Tapia de Casariego, Gijón y Unquera. En Tapia de Casariego aprovechamos para comprar la comida del mediodía, en Gijón, comimos a la sombra de los arboles de un parque y en Unquera tomamos el café y algún dulce típico antes de salir hacia nuestra casa. Esta última carga la calculo para gastar lo mínimo posible y que pueda llegar a casa con un 10% de batería.

Resumen del viaje por la Costa da Morte

Al final 1.611 km recorridos con un gasto en cargas de 119,56 € lo que hace una media de 7,42 € por cada 100 km recorridos. Si lo hubiera hecho en mi anterior vehículo de combustión, a los precios actuales del gasoil, me hubiera gastado 9,30 € cada 100 km; o lo que es lo mismo, he ahorrado 30 € en todo el viaje. Y eso cargando más de 45 kWh gratis. Así que, una vez mas, podemos decir que la ventaja del eléctrico en cuanto al ahorro de combustible se estrecha cada día mas si no se tiene la posibilidad de cargar en el domicilio propio.

Villafranca del Bierzo

Una semana después encaré otro viaje, esta vez a Villafranca del Bierzo. Está a 450 km de casa así que programé tres paradas de tal forma que a la vuelta solo necesitaría un par de cargas para regresar a casa. Al fin y al cabo, en destino no nos íbamos a mover con el coche demasiado ya que se trataba de pasar un fin de semana relajados, recorrer el pueblo y asistir a alguno de los conciertos de la VII Festival de Música en Villafranca.

Cargador de Aguilar de Campoo

La primera parada la hicimos en Aguilar de Campoo. Al lado de un hotel/restaurante hay un cargador doble de Wenea donde repostamos mientras nos tomábamos algo en el restaurante. Es un cargador de 150kW y tiene un precio de 0,59 €/kWh. Eso significa que 100 km por autopista te salen a casi 11,8 €/100km, o lo que es lo mismo, mas caro que hacerlos con un coche gasolina del mismo tamaño. Como he comentado en otras ocasiones, el hecho de que los cargadores tengan una potencia superior a 50 kW no trae consigo ninguna ventaja al cargar este coche ya que como mucho puede cargar a 100 kW y lo hace poco tiempo con lo que ahorras como mucho 8 o 9 minutos en la carga. Es lo que tarda el camarero en hacerte caso y cobrar la consumición.

No hay un gran ahorro de tiempo cargando a 150 kW

Al regreso también utilizamos este mismo cargador antes de hacer el último tramo de viaje hasta casa. En esta ocasión, como era domingo, la experiencia de carga fue mas triste que a la ida ya que el hotel/restaurante estaba cerrado y la espera consistió en dar varios paseos por un polígono industrial desierto y olvidar el hambre que teníamos a esas horas del mediodía. Tras cargar nos tuvimos que acercar a un área de servicio de la autovía a comer.

Cargador a las afueras de León

La segunda parada la hicimos en la periferia de León. Dentro del parking cerrado del restaurante El Pradillo hay un cargador doble de Wenea donde repostamos y aprovechamos para comer una tosta de cecina, tomate y aceite muy rica y ciertamente barata. Es un cargador de 100kW y tiene un precio de 0,56 €/kWh. A la vuelta, fue nuestra primera parada para cargar, dejando de lado el del Ponferrada.

Cargador de Camponaraya

La tercera parada fue entre Ponferrada y Villafranca del Bierzo, en un cargador que está en una gasolinera de Repsol. Dispone de una sola boca de carga de 50 kW y su precio es de 0,48 €/kWh. Durante la carga provechamos para tomar un café. A la vuelta no paramos en este cargador y fuimos directamente al del Restaurante El Pradillo.

Ruta a Villafranca del Bierzo

Al final 913 km recorridos con un gasto en cargas de 85,96 € lo que hace una media de 9,42 € por cada 100 km recorridos. Si lo hubiera hecho en mi anterior vehículo de combustión, a los precios actuales del gasoil, me hubiera gastado 9,30 € cada 100 km; o lo que es lo mismo, he ahorrado 1 € en todo el viaje. Y si cuento todo el periplo de este agosto, he recorrido 3.660 km y he gastado 311 € en recargas. Con este dinero, en mi anterior coche de gasoil, hubiera podido recorrer 3.461 km, es decir, demasiada aventura para tan poco ahorro.

Resumen del viaje a Villafranca del Bierzo

Pero lo dicho, en los trayectos de mi día a día no tiene rival y el ahorro es muy grande. Estos otros viajes de vacaciones me los tomo con mucha templanza y filosofía, sabiendo que no compensan pero que tampoco por eso voy a dejar de hacerlos o alquilar un coche de combustión para ello.

Un saludo a todos los que me leéis y hasta el mantenimiento de los 125.000 km, que posiblemente sea en diciembre, donde os daré cuenta de ello y haré un balance de ahorro en estos tres años y cuatro meses de uso.